Hablemos sobre Mitigar el Cambio Climático desde Tena
Con ocasión de la publicación del Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) el pasado 9 de agosto de 2021, hoy quiero compartirles unas reflexiones que tuvimos mis amigas Nereida, Cristina, Francisca y yo, alrededor de las presiones minero/extractivistas que hay en el cantón Tena (Provincia amazónica Napo), que afectan al agua y contribuyen con el cambio climático. Para aproximarnos así a unas propuestas de adaptación y mitigación frente al cambio climático.
En este cantón Tena
hay una importante presencia hídrica afectada por la minería aluvial que
contamina ríos con metales pesados, y que también acelera procesos erosivos en
las riberas de los ríos, afectando en la calidad y disponibilidad de agua para
las comunidades del sector, al mismo tiempo que aumenta los riesgos por
inundaciones en tierras bajas.
Breve
descripción del cantón Tena.
El cantón Tena se
localiza en la parte alta de la cuenca del Napo, atravesado por los ríos Napo,
Jatunyacu y Anzu, además de sus numerosos tributarios. Las principales actividades
que ocupan a sus aproximados 79 mil habitantes son el comercio y servicios en
zonas urbanas, mientras que la ruralidad trabaja mayormente en actividades
primarias que abastecen el consumo local. También la actividad minera está
presente en la zona mediante minería aluvial y pétrea, la que responde a la
lógica de territorio como fuentes de recursos para su extracción. Actualmente
existen 105 concesiones de minería aluvial en el Cantón (GAD Tena 2020).
A pesar de que
casi la mitad del territorio (48.75%) se encuentra dentro de algún área
protegida (GAD Tena 2020), los principales problemas ambientales se relacionan
con la deforestación, el uso de agrotóxicos y la contaminación de los ríos por
descargas de aguas residuales domésticas, agrícolas, porcinas y sobre todo
mineras y lixiviados (GAD Tena 2020, Capparelli 2021). El factor más importante que afectan los ríos
es la extracción del de oro. También se encuentra plomo, cobre, zinc, plata,
antimonio, estaño y hierro, los cuales afectan los ríos Jatunyacu, Anzu, Napo,
Verde Yacu y Huambuno. La contaminación por actividad minera aluvial en estos
ríos afecta la salud de moradores/as. Además, la contaminación afecta los
ecosistemas alterando los ciclos que permiten su regulación y los procesos
ecológicos indispensables para asegurar la calidad y cantidad del agua
disponible (GAD Tena 2020).
Ocupación
del Espacio y Desigualdades Territoriales.
En el siglo XX ecuatoriano,
dos eventos son fundamentales en la constitución del Alto Napo; 1) la reforma
agraria de 1974 y 2) la explotación del petróleo. La reforma agraria animó a
familias campesinas serranas y de la costa a migrar hacia la Amazonía. Así,
grandes zonas fueron parceladas y entregadas a las familias “colonas” y los
pueblos indígenas para su uso agrícola (Arévalo, 2008). Mientras que, por otro
lado, los inicios de la explotación petrolera en los años sesenta significó la
construcción de carreteras en el norte de la Amazonía, siendo este el arranque
del proceso de urbanización (Wilson y Bayón 2017). La explotación del petróleo
significó ingresos importantes para el Estado en los años 1970. Sin embargo,
las desigualdades en la asignación de recursos más la ausencia de planificación
central para el “desarrollo social” y de infraestructura entre la Amazonía y,
por ejemplo, ciudades como Quito y Guayaquil contribuyeron a las diferencias
abismales del desarrollo de estos territorios las que se profundizaron en la
época neoliberal (1981-2007) (Arévalo 2008). Durante el gobierno de la
revolución ciudadana (2007-2017), este se enfocó en invertir en las zonas con
menor intervención estatal y ejecutar proyectos considerados estratégicos en la
Amazonía, es así como el gobierno invirtió en la Universidad Ikiam orientada a
carreras biológicas y ambientales (Wilson y Bayón 2007). Aun bien, los sectores
de poder continúan considerando la Amazonía como lugar de extracción de
recursos y de colonización.
Respecto a las inequidades
territoriales, las diferencia entre zonas urbanas y rurales son profundas. Mientras
que en la ruralidad se evidencia un menor acceso a servicios básicos y de
transporte, menores niveles de escolaridad; también existe una mayor incidencia
de enfermedades asociadas a la falta de cobertura de servicios como son las
dolencias gastrointestinales y un importante porcentaje de anemia en mujeres
embarazadas y niños (GAD Tena 2020).
Por su parte, el
área urbana presenta sus propias diferencias socioespaciales. En ciertas zonas
altas, que no son proclives a las inundaciones, el costo de vida es mayor, así
mismo cuentan con una mayor oferta de negocios. Por otro lado, en sectores
bajos y periféricos hay mayor afectación por las crecidas de los ríos Tena y
Pano, situaciones que se han intensificado a partir de la construcción del
malecón en el año 2017. Esta infraestructura protege a la parte central y
turística de la ciudad, quedando las zonas río abajo sin protección y proclives
a mayor inundación.
Cambio Climático
en Cantón Tena
En general, existe poco conocimiento respecto al
cambio climático y sus implicaciones ambientales a pesar de que es evidente la
disminución de caudales y el cambio en la frecuencia y potencia de
inundaciones. Estos fenómenos amenazan la cantidad y calidad de agua del
cantón. Además, estos problemas hoy se acentúan con las actividades mineras
(Capparelli et al. 2021). Respecto a ello existen algunas iniciativas aisladas,
que intentan frenar estos efectos. La Cooperación Alemana (GIZ) tiene varios
proyectos relacionados con cambio climático y cultivos, de los cuales no existe
información pública. Por otro lado, el Municipio de Tena busca contribuir a la
adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, mediante un plan
de áreas verdes y espacios públicos. Esta acción está incluida dentro de los
proyectos de planificación reflejados en su PDOT cuenta con un presupuesto de
quince mil dólares (GAD Tena 2020). Por otro lado, algunas comunidades rurales
reforestan las riberas de sus territorios con plantas nativas para protegerse
de las crecidas de los ríos. Las juntas parroquiales de Pano y Talag declararon
recientemente sus territorios libres de minería.
Nosotros proponemos las siguientes acciones climáticas:
- Reforestación con yutzos y caña güadua
en las riberas de los ríos del cantón, esta acción se conoce como protección
ecovegetativa y consiste en el uso de plantas locales resistentes a las
aguas y al clima para fortalecer las riberas de los ríos y mitigar el
riesgo de inundaciones (Acosta-Solís 1993). Estas medidas ya han sido
desarrolladas por algunas comunidades indígenas de la zona.
- Acción
política de resistencia territorial denominada “Tena, libre de minería”.
Esta acción consiste en el fortalecimiento de alianzas entre múltiples
actores del Cantón interesados en demandar del Estado la no explotación de
minera aluvial y para que las autoridades del Cantón de trámite a una
ordenanza que lo declare libre de minería.
La acción
propuesta es una acción de justicia climática entendida no solo como «cuál es el mejor modelo de distribución»,
sino «cómo ha llegado a producirse la actual mala distribución».
(Schlosberg 2011). Para ello, prestamos más atención a elementos mediadores de
las relaciones sociales que determinan la distribución, entre ellos las
relaciones entre actores interesados e influyentes en las tomas de decisiones y
conformación del territorio. Como parte de la justicia climática, consideramos
la justicia hídrica, directamente asociada a la gestión y control del agua y
que amenaza la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental (Boelens et al. 2011).
Es importante también considerar la calidad del agua a la que acceden las
comunidades rurales. Tena tiene precipitaciones altas, lo que supondría
seguridad en el abastecimiento de agua para quien habite el territorio. Sin
embargo, la inadecuada gestión puede generar desigualdades en su distribución
(la cual se debe regir a las normas de distribución de cada país), como también
el acaparamiento, escasez y contaminación, siendo esta última, directamente
relacionada con la minería aluvial de oro.
La acción que
proponemos para este conflicto territorial ocasionado por la contaminación de
los ríos es una acción colectiva popular para declarar a Tena como Cantón Libre
de Minería. Se considera que esta es una medida de adaptación que relaciona
la calidad del agua con la minería aluvial y la defensa territorial. En el
Ecuador, este tipo de propuestas a nivel municipal están en auge en provincias,
parroquias y municipios como Cotacachi, Quimsacocha, Loja y Cuenca. Muchas
acciones de organización social y alianzas han hecho que estas tengan fuerza
suficiente para que se declaren territorios sin minería. Más allá de que si se
retiran o no las concesiones, estas acciones consiguen que la gente tome
conciencia sobre los perjuicios del extractivismo y que se desarrolle una lucha
colectiva. La lucha social incluye movilización, litigios, acciones
participativas como las consultas populares, concientización a través del arte,
etc. La razón principal para proponer la organización social y en particular la
acción de la declaración es que en Tena se desarrollan actividades económicas
diversas que se ven afectadas directamente por la minería aluvial, responsable
de la contaminación del agua.
La minería también
desplaza comunidades locales debido a la presión de las familias por vender sus
propiedades. La contaminación de los ríos afecta directamente el potencial
turístico de los ríos para distintas actividades. Al mismo tiempo, la
contaminación es fuente directa de afectación de la salud de las personas que
usan el río para bañarse y lavar su ropa y alimentos. De hecho, la misma gente
que realiza la minería artesanal en pequeña escala es afectada por la cantidad
de metales en el agua.
Sobre la premisa
de organización cantonal, se advierten estos actores:
1)
comunidades
rurales indígenas y campesinas
que habitan sus territorios y realizan actividades económicas primarias como
agricultura, ganadería y piscicultura. Para estas comunidades resulta
fundamental tanto la tierra como el agua como medios de vida. La vocación de
defensa del territorio y de los modos de vida los hace ser los más interesados
en llevar adelante la lucha social. Estos actores son: la organización
provincial FOIN (Federación de Organizaciones Indígenas del Napo), miembro de
CONFENIAE (Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía
Ecuatoriana) y de CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del
Ecuador). FOIN agrupa a organizaciones de segundo grado Kichwas del Napo.
También se identifican asociaciones de pequeños productores insertados en la
dinámica de economía popular y solidaria, dedicadas a actividades agrícolas de
subsistencia, así asociaciones agropecuarias dedicadas a sembrar cultivos más
comerciales como el cacao, guayusa, café, yuca y plátano. La mayoría de estos
cultivos se hacen en asociación con sistemas agroforestales y chackras.
2)
Operadores de
turismo, los atractivos
turísticos son el bosque tropical para su apreciación y valoración, y
actividades deportivas asociadas a los ríos y sus corrientes (kayak, rafting,
entre otros). Muchos de estos operadores han formado el Frente Ríos Libres, que reúne a dueños de hosterías en la zona
urbana y rural, y asociaciones de turismo comunitario.
3)
Actores con
intereses sociales, como las ONG
locales como Fundación Río Napo, Casa Bunuchelli (relacionado a la iglesia
católica) y sus voluntarios que apoyan luchas sociales, también estaría en este
grupo el Vicariato de Napo, la Cooperación Alemana GIZ que invierte recursos en
el territorio para la conservación, desarrollo y cambio climático. Debido al
carácter de su intervención, podría inferirse que GIZ apoyaría de manera
indirecta esta acción.
4)
Actores del
Estado y en particular aquellos que
actúan por presión de la sociedad organizada, como lo son Defensoría del Pueblo
(que actualmente tiene un rol activo de defensa de los intereses públicos en
relación a los gobiernos neoliberales). Se identifican también sectores de la
academia dentro de la Universidad IKIAM, han investigado la contaminación de
los ríos del cantón y la provincia publicando artículos científicos que
demuestran estos impactos. Si la acción toma fuerza un posible aliado también
podría ser las comisiones de Biodiversidad y de DDHH de la Asamblea Nacional.
Así, un frente local puede aliarse con otros frentes antimineros en la sierra o
costa. En Napo ya hay acciones y colectivos que luchan por “Napo libre de
minería”. A nivel nacional existen varios posibles aliados como el colectivo
nacional “Caminantes” y la CONFENIAE. Además, existen ONG como Acción Ecológica,
CEDENMA y otras organizaciones que conforman la Alianza de Organizaciones
por los Derechos Humanos Ecuador, así como otras del ecologismo popular.
También están académicos que apoyan con estudios y sustentación de argumentos
contra de la minería. A nivel internacional, se podría hacer alianzas con redes
de justicia hídrica y antimineras.
En oposición a los actores mencionados y las
territorialidades en que se desenvuelven, se ubican los actores interesados en
la actividad minera. Se identifican los actores que son los beneficiarios
directos de las concesiones mineras aluviales. Estas son empresas registradas
(la mayoría con nombres extranjeros) o personas naturales de las cuales no
existe casi información pública. Estas también son concesiones de material
pétreo que están asociadas al gobierno municipal. Algunos nombres identificados son: TerraEarth
Resources, Riverhills Resources, BlackPearl Mining (Castro 2020). Lucio Gutiérrez,
ex militar y expresidente del Ecuador y su partido político “Sociedad
Patriótica”, PSP es un actor importante debido a que él tiene concesiones
mineras. Por su parte los actores estatales como el Ministerio de Energía y
Recursos Naturales No Renovables y la Agencia de Regulación y Control
Minero representan los fuertes intereses del Estado para avanzar la
extracción minera. Las iglesias evangélicas también favorecen los intereses
mineros, como se ha visto en otras partes de la Amazonía. Se espera gran
resistencia de parte de estos actores, como se ha visto en otros territorios.
Si la movilización social llega a tener fuerza de movilización y resistencia,
estos actores pueden recurrir a acciones legales de criminalización de la
protesta de líderes e incluso a la militarización del territorio.
El alcalde de Tena para 2021, Carlos Guevara del PSP, es un actor que posturea como mantenerse al margen de la controversia aludiendo a que la alcaldía no tiene competencia en el problema minero. Este es uno de los actores que necesita ser convencidos/presionado por la acción social porque de él y del consejo municipal dependen acciones legales (por ejemplo, ordenanzas) que pueden contribuir a la causa. También hay sectores rurales más alejados que no muestran mayor interés por los problemas ambientales y que podrían sumarse a la acción colectiva.
Algunas de las acciones que se proponen para convencer
a sectores indiferentes o neutrales son:
a)
Demostrar la
pérdida económica que representa para todos los sectores de turismo (privados,
comunitarios) y agrícolas, si es que los ríos se contaminan y dejan de ser un
espacio de esparcimiento.
b)
Demostrar que los
“ingresos económicos” de la minería no llegan directamente a las comunidades y
por lo tanto, no contribuyen al bienestar local;
c)
Demostrar la
afectación en la dieta y la soberanía alimentaria de las comunidades que
dependen de la pesca.
d)
Demostrar la
afectación que implica el desvío de los cauces naturales de los ríos en
términos de aumentar las posibilidades de mayor inundación en ciertas zonas
identificadas como inundables y de nuevas zonas.
e)
Demostrar cómo la
contaminación representa una afectación del ecosistema de los ríos amazónicos
en el mediano y largo plazo, además de la afectación a la salud de las
personas, animales de las granjas y del ecosistemas hídricos y acuáticos.
Los intereses extractivistas del mercado y el estado
buscan fortalecer su control sobre los comunes hídricos y los territorios. A
través del discurso desarrollista, transforman el territorio y son los
responsables de las disputas alrededor del agua. Como respuesta, está la
resistencia local y la organización. Estas acciones contribuyen no solo en la
reducción de emisiones de CO2, si no en salvaguardar modos de vida amigables
con ecosistemas que nos recuerdan que #LaSustentabilidad EsPosible.
Bibliografía
Acosta-Solis,
Misael. 1993. «Protección Ecovegetativa De Las Riberas Del Río Napo, Entre El
Payamino Y Coca.» Revista Geográfica
117: 65-74.
Arévalo Vizcaíno,
Venus Arévalo. 2009. Chakras, bosques y
ríos: El entramado de la biocultura amazónica. Quito, Ecuador: Publicación
Miscelánea INIAP No 148.
Boelens, Rutgerd,
Leontien Cremers, Margreet Zwarteveen, Jessica R. Budds, y Justicia Hídrica
(Organization), eds. 2011. Justicia
hídrica: acumulación, conflicto y acción social. 1. ed. en español. Serie
Agua y sociedad ; Sección Justicia Hídrica 15. Lima: Justicia Hídrica : IEP,
Instituto de Estudios Peruanos : Fondo Editorial, Pontificia Universidad
Católica del Perú.
Castro, Mayuri.
2020. «Ecuador: contaminación en afluentes del río Napo apunta a la minería». Noticias ambientales. marzo 10.
https://es.mongabay.com/2020/03/mineria-de-rio-afecta-afluentes-rio-tena-en-ecuador/.
Gobierno Autónomo
Descentralizado -GAD Tena-. 2020. Actualización
Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial del cantón de Tena 2020-2023.
Tena, Ecuador.
https://tena.gob.ec/images/convocatoria/ACTUALIZACIN-PDOT-2020-2023.pdf
Ministerio del
Ambiente del Ecuador-MAE. 2013. Modelo
Bioclimático del Ecuador Continental. Para la presentación cartográfica de
ecosistemas del Ecuador Continental. Quito, Ecuador.Subsecretaria de
Patrimonio Natural- Proyecto Mapa de Vegetación. Ministerio del Ambiente. Quito
Ecuador.
Perreault, Thomas
Albert. 2002. Movilización política e
identidad indígena en el Alto Napo. 1. ed. Quito, Ecuador: Ediciones
Abya-Yala.
Schlosberg,
David. 2011. «Justicia ambiental y climática de la equidad al funcionamiento
comunitario». Ecología política 41:
25-35.
V. Capparelli,
Mariana, Marcela Cabrera, Andreu Rico, Oscar Lucas-Solis, Daniela Alvear-S,
Samantha Vasco, Emily Galarza, et al. 2021. «An Integrative Approach to Assess
the Environmental Impacts of Gold Mining Contamination in the Amazon». Toxics 9 (7): 149.
doi:10.3390/toxics9070149.
Wilson, Japhy, y
Manuel Bayón Jiménez. 2017. La selva de
los elefantes blancos: megaproyectos y extractivismos en la Amazonía
ecuatoriana. Quito, Ecuador: Editorial Abya-Yala.
https://www.digitaliapublishing.com/a/58986/la-selva-de-los-elefantes-blancos--megaproyectos-y-extractivismos-en-la-amazonia-ecuatoriana.
Comentarios
Publicar un comentario